Desde la más remota antigüedad, el ser humano ha vuelto sus ojos admirando hacia los cielos intentando descifrar los arcanos de los misterios que en el mundo de los astros nos alberga. Las primeras explicaciones de los fenómenos celestes se basan en mitos y leyendas más o menos fantasiosas y las actuales se fundamentan en los resultados obtenidos por ramas de la ciencia moderna, tales como la física, la astrofísica o la cosmología.
Conocer y distinguir los diferentes cuerpos que pueblan el espacio cercano (desde el Sol y la Luna, hasta los planetas y satélites que constituyen el sistema solar) o lejano, como las estrellas, las galaxias o los cúmulos de galaxias, es el objeto de la astronomía, considerada justamente la ciencia más antigua y la que más ha contribuido al desarrollo del pensamiento humano. Esta ciencia, de carácter eminentemente observacional, se sirve de una serie de instrumentos, entre los cuales destacan los radiotelescopios y los telescopios espaciales, que permiten captar las diferentes radiaciones procedentes del espacio y determinar de este modo la composición y el comportamiento de los cuerpos que pueblan el universo.
Durante mucho tiempo la astronomía se ha dedicado esencialmente a investigar nuestro sistema solar, que está constituido por un cuerpo central, el sol, y por diversos cuerpos que giran en torno a el: los planetas (Mercurio, Venus, La Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón) y sus satélites, además de asteroides, meteoritos, cometas, polvo cósmico, etc.
Conocer y distinguir los diferentes cuerpos que pueblan el espacio cercano (desde el Sol y la Luna, hasta los planetas y satélites que constituyen el sistema solar) o lejano, como las estrellas, las galaxias o los cúmulos de galaxias, es el objeto de la astronomía, considerada justamente la ciencia más antigua y la que más ha contribuido al desarrollo del pensamiento humano. Esta ciencia, de carácter eminentemente observacional, se sirve de una serie de instrumentos, entre los cuales destacan los radiotelescopios y los telescopios espaciales, que permiten captar las diferentes radiaciones procedentes del espacio y determinar de este modo la composición y el comportamiento de los cuerpos que pueblan el universo.
Durante mucho tiempo la astronomía se ha dedicado esencialmente a investigar nuestro sistema solar, que está constituido por un cuerpo central, el sol, y por diversos cuerpos que giran en torno a el: los planetas (Mercurio, Venus, La Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón) y sus satélites, además de asteroides, meteoritos, cometas, polvo cósmico, etc.
2 comentarios:
Nice!:3 buen material!
Me ayudaste con un trabajo del liceo gracias!
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